Sabemos que los Incas impusieron su dominio en el occidente de la América del Sur a lo largo de varias centurias, habiendo iniciado su expansión conquistadora hacia el siglo XI de nuestra era. Este imperio de las cuatro partes, regiones o ángulos -Chinchaysuyo al norte, Collasuyo al sur, Antisuyo al oriente y Cuntisuyo al occidente— a partir del Cuzco como quicio de la expansión, se extendió mucho más allá del Perú actual, hasta los ríos Ancasmayo (Colombia) al norte y Maule (Chile) al sur.